Leandro Díaz Romero – encontrArte Musical

El cantautor Leandro Díaz Romero presenta su álbum debut solista «Canto al viento» (editado en abril de 2020).
Nació en Tucumán y se radicó desde hace 14 años en la Ciudad de Buenos Aires.
Entre 1998 y 2004 fue parte de Amanda, popular banda de funk y soul que transitó por el rock tucumano y dejó grabados dos discos de estudio.
En 2006 Leandro emigró a Buenos Aires, ya con el primer disco editado del dúo pop José Miel, formado junto a su hermano Sebastián. Entre 2006 y 2017, los Díaz Romero editaron cuatro discos, lanzaron tres videoclips y se presentaron en distintos escenarios de toda la Argentina, como así también en países limítrofes y en la Ciudad de México.
En 2019 encara su primer proyecto en solitario como compositor e intérprete, el cual da como resultado su álbum «Canto al viento».

— Hola Leandro ¿cómo estás? ¿en qué proyectos estás trabajando actualmente?
— Hola, acá estamos transitando la pandemia lo mejor que se puede. Esto nos agarra a cada uno en circunstancias muy diferentes, por lo que vemos por todos lados situaciones injustas. En mi caso, yo estaba justo terminando el disco y, dentro de todo, me sirvió para focalizar en difundirlo, generar contenido de recitales y ensayos online, recibir y enviar colaboraciones. Aparte de esto, estoy trabajando en nuevas canciones. Es un buen momento para hacer todo lo que eternamente postergamos.

— Este es tu primer trabajo solista. ¿Cuándo se gestó la idea y cómo la llevaste adelante?
— Es mi primer trabajo solista; de antes tengo cuatro discos con la banda José Miel, dos más con el grupo tucumano Amanda y varios como músico, productor, técnico en grabación. La idea arrancó con bastante modestia, de tener un par de canciones para tocar solo. Y rápidamente se acumularon, por lo que pensé que podían conformar un disco.

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— Es, también, la primera vez que cantás tus propias letras. ¿Cómo te resultó eso?
— El tema de cantar no es tan nuevo por haberlo hecho desde siempre, pero escribir las letras es un mundo diferente, donde a los músicos les cuesta bastante, a veces. Tenés melodías pero no sabes qué escribir. Pero también es un oficio y hay que estar con una libretita, anotando ideas, corrigiendo letras mientras esperás en una sala de espera. Las ideas salen por estar ahí, buscándolas.

— Llevás varios años tocando y editando discos con José Miel, el dúo que compartís con tu hermano Sebastián. ¿Qué te aportó esa experiencia a la hora de encarar esta etapa solista? ¿Sentís que ambos proyectos se complementan?
— Creo que hay una continuidad con el proyecto de José Miel por el tipo de protagonismo que se le da a la letra y melodía. Siempre me gustaron más los compositores que los géneros; por ejemplo, me gusta Prince, no porque hace funk, sino porque hace las mejores composiciones del mundo. El pop y el folk tienen de bueno que pregonan por ideas simples con melodías como protagonistas. La necesidad estilística de pocos elementos deja bien en claro dónde están las ideas principales.

— Si bien ponés la voz y tocás diversos instrumentos, en «Canto al viento» hay varios músicos invitados. Contános ¿quiénes son? y ¿por qué decidiste convocarlos?
— Son Sebastián Díaz Romero, Joaquín Franco, Nicolás Feu, Eduardo “Chueco” Ferrer, Nicolás Etevenaux, Juan Pablo Vega y Pamela Paglieta. Las participaciones son espacios para compartir con otros músicos. Es probable que pueda grabar solo la canción, pero ya siendo un disco solista, me parece necesario compartir con otras personas, al menos cantando, sino es un discurso único de redundancia egosófica.

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— El disco suena íntimo y despojado; escucharlo es casi como asomarse detrás de una puerta a espiar un momento tuyo, simplemente haciendo música. ¿Era esa tu intención cuando lo grabaste?
— La intención del disco es utilizar pocos elementos, de entrecasa, como un demo, evitar la sobre-producción.

— ¿Qué influencias –musicales o no– reconocés en tus canciones?
— Seguramente el pop indie de la escena porteña, al cual accedí tardíamente y a veces superficialmente. Destaco “superficialmente” porque yo no vivía en Buenos Aires en la época en que empezó a desarrollarse Miranda, Adicta. Quizás llegué en una época donde Bochaton, Lucas Martí, Rosario Bléfari, Rosal eran referentes, alrededor de 2006. Este tipo de cosas no llegaban a Tucumán en ese momento, donde prima mucho más el rock tradicional. Aparte de eso, obviamente, rock nacional, Beatles, Brian Wilson, Prince, etc, etc.

— En estos días de cuarentena debido a la pandemia, no hay conciertos en vivo. ¿Cómo estás despuntando el vicio de tocar?
— Vengo haciendo ya dos o tres presentaciones online vía streaming… y la verdad es que es más estresante que tocar en vivo.

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— Decís que hay un concepto integrador en Canto al viento, ¿Cuál es?
— Bueno, no sé si uno, quizás dos o tres. Desde el vamos no hubo un concepto central, sino que se fueron revelando, quizás, algunas ideas que se repetían en algunas canciones. Como una fotografía que se revela lentamente. Hay un poco de la idea de creer en la propia voz y eso me parece que apareció inconscientemente en varias letras.

— ¿Podrías elegir una de las canciones del disco que te represente en este momento puntualmente?
— «Canto al viento» es la canción que más me gusta pero no necesariamente lleve la idea conceptual del disco. Está la idea de dejarse llevar por la espontaneidad, pero después hay que tomar decisiones, esas decisiones pueden ser buenas o malas. Bastante ciclotimia. Ahora, en chiste, me lo imagino como un día súper relajado, donde te vas dando cuenta de que se te acaba el día y hay que activar.

— ¿Cómo puede hacer los lectores para escucharte y saber más de vos?
— El disco esta subido como Leandro Díaz Romero en Spotify y Youtube: ahí también hay videos. En mi Facebook, Leandro Díaz Romero, se pueden ver recitales online. El disco también está subido en Bandcamp y mi Instagram es Leandro.diazromero

— Por último ¿Qué te gustaría decirles a los lectores de nuestra revista?
— Quisiera agradecer mucho el espacio y el tiempo que se tomaron en hacer las preguntas. No es algo tan habitual hoy en día; está sucediendo bastante que te piden que vos mismo te hagas las preguntas, auto-reportajes. Creo que la pandemia nos va a enseñar a todos algo, el problema es que no a todos lo mismo. Pero también creo en el poder germinador de las buenas acciones y de que de esta, y otras, el esfuerzo colectivo es clave. Es un gran desafío, más en las ciudades, donde estamos acostumbrados y convencidos de que no saberle el nombre al vecino es un valor.