Sus primeras canciones fueron apareciendo de a poquito, durante los años 2007 y 2008, entre mates, palabras y sonidos compartidos, mientras jugaban a inventar e imaginar. En el año 2009, once de ellas se dieron la mano en el disco “Canticuénticos Embrujados”, y fue así que se animaron a subir al escenario. A partir de ese momento, no dejaron de tocar, componer, pensar arreglos e imaginar juegos, en ese camino que los llevó a infinidad de lugares y a hacer cantidades de amigas y amigos. Y nacieron canciones nuevas y llegaron dos discos más: “Nada en su lugar” (2013) y “Algo que decirte” (2015) y día a día siguen arremolinándose en sus corazones la música y la poesía anticipando canciones que esperan su momento de ser.
— Hola Canticuénticos ¿Cómo están? ¿En qué proyectos están trabajando actualmente?
Sebastián— ¡Hola y feliz 2021! Acabamos de publicar nuestro 5° CD que se llama “A Cocochito” y también nuestro octavo libro, con el mismo nombre de la colección “Canticuénticos en papel”. Ahora estamos trabajando en los videos de algunas de las canciones y en otros capítulos de la Cantiteca.
— ¿Nos recordarían quiénes son sus integrantes? ¿Cómo está formado el grupo?
Sebastián— Canticuénticos está formado por Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón), Daniela Ranallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Gonzalo Carmelé (bajo, contrabajo y coros), Daniel Bianchi (guitarra, charango y coros), Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros) y Sebastián Cúneo (producción, iluminación, fotografía y video). También lo integran Darío Zini (asistencia de escenario, aerófonos, charango y percusión), Javier Escandell (sonido) y Cintia Bertolino (voz invitada y asistencia de puesta en escena).
En el grupo confluyen las experiencias de las 7 personas que lo integramos, cada cual con un recorrido particular en la música. Queremos que la propuesta sea de verdad, queremos ser honestos artísticamente y acompañar amorosamente a la niñez. Queremos jugar con nuestros instrumentos, divertirnos haciendo lo que nos gusta, también comprometernos con generar un contenido con honestidad artística, que sea auténtico.
Mirá También
[opinión] El tema del verano ¿es apto para chicos?
[artículo] Nahuel Pennisi en Teatro Helios
— ¿Cómo se inició su camino en la música, y en particular en la música infantil y en sus respectivos instrumentos musicales?
Sebastián— Cada uno tiene una historia diferente pero tenemos en común haber comenzado con la música bien de pequeños.
Gonzalo— La historia de Canticuénticos surgió a partir del encuentro de Ruth y Daniela, que son las miembros fundadoras del proyecto. A partir de ahí y de su interés conjunto en componer canciones para la niñez, salieron las canciones del primer disco de Canticuénticos: “Canticuénticos embrujados”. Este disco lo produjeron ellas dos con Sebastián Cúneo, que es nuestro productor general y partícipe imprescindible en gran parte de la producción artística de Canticuénticos. Para presentar ese disco se formó el grupo, y ahí arrancó a andar el grupo…
— ¿Quién o quiénes fueron sus profesores? ¿Cómo fue su formación?
Gonzalo— En mi caso, mis profesores fueron Gabriel Molina en la guitarra, cuando yo tenía 16 años. Y luego Adrián Barbet y Cristian Bórtoli con el bajo y contrabajo. Tuve la suerte de poder estudiar con otro de los músicos que más admiro que es Ángel “Cacho” Hussein, un guitarrista de la ciudad de Santa Fe, entre otros. Mi formación se completó en la escuela de la Santa Fe Jazz Ensamble, big band de Jazz de la ciudad de Santa Fe, la cual integré durante aproximadamente 7 años. Luego apareció en mi recorrido Canticuénticos, que me permitió de alguna manera enlazar varias facetas: el amor por la música, el gusto por el folclore Argentino y Latinoamericano (que interpreté con diversas formaciones destacando a “Matereré Cuarteto” y el dúo de Nilda Godoy y Cacho Hussein, entre otros) y por sobre todo el placer por divertirme haciendo lo que me gusta y jugar en el escenario.
— ¿A quiénes reconocen como referentes o influencias musicales?
Gonzalo— Por supuesto que las influencias son muchas, y no sólo desde el ámbito de la música para la niñez. Por supuesto que en este camino nos vemos iluminados por el legado de María Elena Walsh, también aparece la figura y esencia de Violeta Parra en estos “Canticuénticos” y en la canción “Parra Violética”, que es un homenaje a esta grandísima artista chilena.
Por supuesto que las influencias son numerosas y muy variadas estéticamente, y siempre aparecen nuevas. El gusto es encontrar lo que nos gusta hacer, lo que nos gusta decir, y seguir andando ese camino. Seguir encontrando ritmos y sonoridades.
Mirá También
[artículo] El álbum blanco y la abolición del tiempo
[artículo] Sonidos de la historia: Sellos independientes
— ¿Creen que existen diferencias entre la música que ustedes escuchaban de niños y la que se hace actualmente? ¿Qué otros grupos infantiles recomendarían?
Gonzalo— Creo que existen diferencias en tanto que ahora hay una oferta mucho más numerosa. Por un lado, artísticamente buscando acompañar amorosamente la crianza de nuestros hijos e hijas. Por otro lado, comercialmente, ya que existen también numerosas propuestas que no persiguen un fin estético o artístico en sí, sino que su búsqueda pasa más por una cuestión comercial justamente. Por suerte, son muchos los grupos y amigos con quienes compartimos este camino artístico. Por ejemplo, el Dúo Karma, Pim Pau, Magdalena Fleitas, el gran Luis Pescetti, Borde Verde, la Banda de las Corbatas, entre tantas otras propuestas de gran valor artístico. No quiero enumerar mucho porque seguro voy a incurrir en involuntarias omisiones. Pero hay mucho para investigar y descubrir, ¡así que adelante!
— ¿Cómo componen sus canciones? ¿Entre todos?
Daniel— La mayor parte de las canciones surge la pluma de Ruth Hillar, algunas veces también su compañero Sebastián Cúneo. En ocasiones algunos de los demás integrantes del grupo nos animamos y aportamos algún granito de arena compositivo. Con las canciones de Ruth y Sebastián, estamos acostumbrados a que ellos nos muestren a los demás integrantes las canciones ya terminadas y muy filtradas, tanto las letras como la parte musical. Generalmente Ruth las canta acompañada por la guitarra, o a veces incluso grabadas en forma de boceto, pero con un arreglo vocal ya definido. A partir de ahí nace el proceso de arreglo, que generalmente está a cargo de Nahuel Ramallo o Daniel Bianchi. Es un proceso en el cual la canción se prueba sus ropas, determinando qué instrumentos van a participar, y qué va a tocar cada uno, siempre intentando resaltar la idea que transmite la poesía. Entonces la canción vuelve a sus creadores y ellos le hacen los ajustes y correcciones que creen necesarios, y después de eso pasa a los intérpretes, que la transforman en sonido.
— ¿Cómo surge el contacto con el MOMUSI? ¿Y con el MOCILYC?
Daniel—En 2011, con el grupo recién conformado, fuimos al 10ª Encuentro de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña (MOCILYC), que se realizó en ese momento en Ribeirao Preto, Brasil. Creo que en ese momento todavía no teníamos plena conciencia de qué significaba este encuentro, pero fue muy movilizador para nosotros encontrarnos con las propuestas que ahí se presentaban, hechas por compañeros músicos de los distintos países de Latinoamérica. Encontramos un caudal de música riquísimo dedicado a los niños, y un intercambio muy nutrido de ideas en torno a cómo se hace música cuando el público son los chicos, y el invalorable intercambio de mostrar y ver nuestras propuestas con colegas con mucha experiencia, que fueron una especie de «escuela» donde cada uno enseña y aprende al mismo tiempo y desde el escenario. De ahí volvimos renovados, y con la intención de volver cada vez que podamos, ya que son encuentros que se realizan cada dos años en distintos países de América Latina.
Con MOMUSI, que es un movimiento similar pero a nivel nacional, tenemos impresiones parecidas, ya que es un colectivo de artistas muy grande e importante organizado en torno a trabajos de una estética muy cuidada, y siempre dedicado a los niños. Siempre que podemos nos gusta invitar a nuestro público a escuchar a cualquiera de los artistas que integran ambos movimientos, muy seguros de que pueden encontrar dentro de ellos artistas que piensan en la música para niños de una manera seria y responsable.
NO olvides descargar
[CD GRATUITO] Selección I
— ¿Cuáles son sus planes a futuro?
Gonzalo— Como planes a futuro, esperamos en primer lugar poder reencontrarnos lo antes posible con nuestro público, entendiendo por supuesto que en este momento lo más importante es cuidarnos y que este momento nos exige paciencia y responsabilidad. Tenemos pensado seguir generando nuevos capítulos de la Cantiteca, que es una colección de videos acerca de temas diversos de interés general, algunos relacionados con la música y otros no tanto. También seguimos produciendo videos de nuestras canciones, ya que como acabamos de sacar nuestro 5° disco que es «A Cocochito» la idea es poder acompañar esas canciones con nuevos videos. Las tecnologías nos permiten poder conectarnos y comunicarnos con mucha gente que nos escribe y nos hace llegar su cariño, nos comparte su cotidianeidad. Eso es de un valor muy grande para nosotros y nos motiva a seguir trabajando.
— ¿Hay alguna anécdota que recuerden y quieran compartir con los lectores?
Daniel— Tenemos muchas anécdotas muy graciosas, que tienen que ver con un momento muy especial de nuestros conciertos. Nos gusta mucho, al terminar las presentaciones, aparecer en el hall de los teatros, cuando la gente recién está saliendo. Es un momento muy especial, porque todavía está encendida la adrenalina del show en la gente y en nosotros, que acabamos de sacarnos los instrumentos y nos vamos corriendo para no perdernos este saludo. Entonces, disfrutamos mucho ver cómo la gente nos devuelve esa energía que intentamos transmitir en el concierto. Hay gente que ya sabe que esto es así, porque fue muchas veces a vernos y también esperan este momento, pero la gente que va por primera vez se sorprende mucho, en especial lo chicos. Es muy gracioso entonces ver las reacciones de los más chiquitos que nos miran como si fuéramos muñequitos escapados de la televisión o de las computadoras, donde nos ven siempre. Y siempre hay comentarios del estilo de «¿son personas ustedes?«, «¿viven todos juntos?» o «¿me invitan a su casa?«.
— ¿Cómo puede hacer la gente para escucharlos y saber más de ustedes?
Gonzalo— Pueden encontrar en nuestro sitio web www.canticuenticos.com.ar todas nuestras canciones de todos nuestros discos para escuchar en línea. También allí están todos nuestros videos y las partituras de todas las canciones de todos los discos de Canticuénticos, y también los cancioneros completos; todo para descarga libre y gratuita. También hay karaokes e información nuestra, y nos pueden contactar por ahí. Por supuesto también nos encuentran en Facebook, en Instagram, y todos nuestros videos en YouTube; y nuestros discos están en todas las plataformas digitales.
— Por último ¿Qué te gustaría decirles a los lectores de nuestra revista?
— Nos gustaría decirles que cuiden la infancia como el mayor tesoro que tenemos en la vida. Que cuiden las infancias largas, diversas, felices. Es muy triste ver cómo la infancia es cada vez más corta, porque muchos niños tienen que salir a trabajar, o tienen preocupaciones de adultos, o alguien les sembró la idea de que hay que razonar como personas grandes, y entonces los niños van dejando de jugar, y la fantasía va desapareciendo de la vida. Eso no se recupera más.
Y vos ¿conocías a este grupo? Queremos conocer tu opinión.
[php_everywhere instance=»2″]
[php_everywhere instance=»1″]
Músico, periodista y programador de PC. Fundador y director de la revista encontrArte Musical