Francisco Martino: primer guitarrista de Carlos Gardel (1935)

En la foto: Carlos Gardel en New York

Francisco Martino ha sido el primer guitarrista criollo que acompañara a Gardel; con él realizó su primera gira y debutó, puede decirse, públicamente, en su arte de la canción. «Panchito» como le decían sus amigos a Martino, es el primer compañero de arte de Carlos. Hoy recordamos esta nota del año 1935 en donde la legendaria revista de aquellos tiempos, «Alma Criolla» le realiza una visita al guitarrista quien se conmueve y relata episodios de los tiempos viejos.

Fuente (artículo original): https://gardelsigloxx.blogspot.com/2021/06/habla-de-gardel.html?m=1

— ¿Cuándo conoció a Gardel?
— A mí me ha gustado cantar siempre y donde podía cantaba con toda mi voz, gustaba del canto y de la emoción que produce, ¿Porqué no decirlo?… mis admiradores que me seguían allí donde yo iba a dar forma a mi tonada, ya fuera en el Norte y fuera en el sur, mi voz se dejó escuchar. Te digo… ¿por qué partes no anduve cantando? Quien sepa algo del Buenos Aires de otras épocas sabrá lo que significaba en esos tiempos un cantor. «Era como si llevara el alma de todos«.

«Pancho», se queda silencioso y se advierte que los recuerdos están amontonados en sus sentimientos. Le instamos a que siga hablando y nos dice: 
— ¿Cuándo conocí a Gardel? esto fue hace veinticinco años, más o menos… Una noche un muchacho de apellido Córdoba, hijo de quien fuera comisario de la sección séptima me invitó para que fuera a cantar a la casa de Don Pedro Vermengo. Esto debe haber ocurrido en 1910. ¡Allí conocí a «Carlitos» Gardel! Un muchacho gracioso, simpático, buen mozo y siempre alegre. Canté yo primero una tonada de mi cosecha, luego se hizo silencio y Córdoba me hizo señas de que le pasara la guitarra a Gardel. Traté de todas formas de que Gardel cantara pero él parecía que estuviera «abatatado«, hasta que por fin le dije: «¡Pero Mozo! recuerde que algún día habrá de ser el comienzo, si usted quiere ser cantor tiene que cantar«. La chuscada o lo que fuera mía, causó efecto, entonces, Carlitos tomó la guitarra y sonriendo con la sonrisa que fue uno de sus elementos de simpatía. Cantó: «¡Pobre mi madre querida!«. De inmediato, quedé prendado de aquella voz de oro y me pareció que nunca había oído cantar así, el cariño que esa vez brotó en mi alma por Gardel no se aminoró jamás. Parecía un símbolo de sus grandes sentimientos el que yo le haya conocido cantando la canción tan popular, parecía que en ella quería concretar la gran ternura por su «viejita«, como él decía.

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— ¿Cómo fue la primera gira?

— Yo paraba en Moreno y Entre Ríos donde también iba Razzano. Un día apareció por allí Carlitos y nos pusimos a cantar, estaba con nosotros Don Juan Falbi, persona que nos tenía una especial admiración y nos escuchó varias cosas y de pronto, levantándose exclamó: «¡¡Que pareja macanuda harían ustedes dos!!» Carlitos y yo nos miramos y no necesitamos hablar más, comprendimos que aquella exclamación de Falbi podría ser la iniciación de una carrera artística más o menos arriesgada, pero no del todo despreciable. Sobre tablas se decidió un viaje a General Pico (La Pampa), Falbi se hizo cargo de los gastos de viaje y nos dio cartas de recomendación para personas de esa localidad. Fuimos a ese pueblo y nos presentamos en dúo, cantando tonadas que yo había compuesto y ¡obtuvimos un gran éxito! Carlitos a su vez cantó solo algunas canciones. Fue tal el éxito que de regreso volvimos preparando las posibilidades de una nueva gira. Era la primera vez que Gardel cantaba en público y esta vez lo hizo acompañado por mí, en General Pico, esto debe haber sido a mediados de 1910.

«Pancho» se queda casi pensando y de pronto agrega…
— Después conocimos al mendocino Saúl Salinas, criollo de ley, versado en canciones y que sabía todos los secretos de los bailes regionales, me encantó aquel hombre de tierra adentro que me enseñó muchas tonadas y con él aprendí a cantar «La Pastora» que entonamos a dos voces. Entonces a mí se me ocurrió que podíamos formar un cuarteto para ir por el interior y quedó constituido así el conjunto. De inmediato surgió ante nosotros el obstáculo casi invencible de la falta de dinero, y concebimos la idea de dar una fiesta a beneficio en la Casa Suiza. Con el dinero que conseguimos pudimos arrancar, anduvimos por todo el oeste: Quemú, Lincoln, Zárate, debutamos en Mercedes y actuamos en muchos lugares… Además, estuvimos en pueblos como Bragado

(al decir «Bragado», Martino sonríe…) ¿De qué se acuerda, «Pancho», que sonríe..? le preguntamos.
— Es que me estoy acordando de uno de los chistes de Gardel en la gira… Razzano era el encargado de adquirir los pasajes y correr con los asuntos de hospedaje. Cuando estábamos por partir de Bragado,
   Carlitos le preguntó a Razzano:  —»¿Y, sacaste los pasajes…?»
   — «Claro que sí» le respondió Razzano.
   — «¿De qué clase son?» le volvió a preguntar Carlitos.
   — «De segunda» le repuso Razzano.
   — «Pero que bárbaro!! andá a cambiarlos» le observó Gardel.
   — «¿Qué querías, de primera?» – le preguntó Razzano.
   — «No hombre, andá a cambiarlos, ¡a ver si te dan de tercera!» Terminó Carlitos riéndose a carcajadas!!

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Continúa la nota…. y en eso, aparece en el cuarto Corina Martino (esposa de Pancho), viene trayendo de la mano a sus dos hijos, Son Carlos Alberto y Eduardo Domingo de 10 y 8 años de edad respectivamente.

— Ahí lo tiene usted, nos dice Pancho señalando al mayor, a Carlos Alberto este es ahijado de Gardel. Cuando supo la noticia de la muerte de Carlos se puso a lagrimear y dijo: » Me quedo sin padrino para toda la vida«.

¿Estás triste por la muerte de tu padrino? le preguntan al niño…
— Claro que sí, lo quería mucho, en la escuela nadie quiere creer que soy ahijado de Carlitos Gardel

¿Y vos cantás..? (le pregunta el periodista)
— «Tiene buena voz» —advierte la madre del niño, esposa de Martino— y los pibes se abrazan en silencio como para consolidarse en la pena… ¡Es que lo querían mucho a Carlitos!


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Pancho, ¿Cuándo vio por última vez a Gardel?
— Lo fui a despedir cuando partió para Estados Unidos, fui el último en despedirme de él. Poniéndome una mano en el hombro me dijo unas palabras que ahora más que nunca las recuerdo ya que adquieren en estas circunstancias un sentido que impresionará al más descreído, era como el presentimiento de la muerte cercana. Él me dijo: «Fíjate vos Pancho! ya cuarentón haciendo de galán, ahora trato de ganar dinero para la tranquilidad también de mi viejita. Cuando venga la muerte, hermano, le daré la mano y le diré muchas gracias por la vida que me has permitido hacer«. Estas palabras tristes de Carlitos, me dejaron triste por un momento, pero después las olvidé hasta ahora ,que vuelven a aferrarse a mi memoria con toda la fuerza de lo que era un presentimiento.

Nota publicada en la revista «Alma Criolla» (1935).

Francisco Isidro Emilio Martino, era su verdadero nombre (1884-1938). Fue un cantante y bailarín argentino de folclore. A comienzos del siglo XX integró las primeras formaciones de canto en las que intervino Carlos Gardel formando con él un dúo, un trío y un cuarteto en los que también intervinieron José Razzano (1887-1960) y Saúl Salinas destacado músico de folclore argentino compositor e intérprete de guitarra (1882-1921) y a quién Gardel lo mencionó según en sus comentarios y reportajes , como «Saúl Salinas, mi maestro» (Extraído de «Carlos Gardel, su vida, su música, su época» de Simon Collier).

GARDEL SIGLO XX – EDUCANDO CULTURA.
Sitio web: www.volveragardel.com.ar
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Saide Abdalá: Difusora Cultural – Productora – Medios/Prensa.
CGEmprendimientos.
https://www.youtube.com/watch?v=-_FyKORhd-g&t=29s

Y vos ¿conocías a Pancho Martino? ¿Qué opinás?

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