CheChelos

El dúo —Revelación del Festival Cosquín 2017— intregrado por Mauro Sarachian y Ramiro Zárate Gigli, provisto únicamente de sus violonchelos y sus voces, logra un original abordaje técnico y estilísitico del folclore argentino. Conversamos con ellos.

— Hola ¿Cómo andan? ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
Mauro— CheChelos y La Grande.
Ramiro—CheChelos y la Orquesta Sinfónica de Neuquén.

— ¿Cómo fue su formación académica y porqué se decidieron por el violonchelo?
R—Yo estudié con muchos maestros y en muchos lugares diferentes, en Córdoba. Pero mi crecimiento más grande fue con el Maestro Cristián Montes, que era el profesor de la cátedra de violonchelo de la UNC (Universidad Nacional de Córdoba). No obstante, el grueso de mi estudio lo hice siempre solo. Por distintas circunstancias nunca fui constante en ninguna institución, pero si fui muy constante con el instrumento. Y siempre estuve en el límite entre lo popular y lo académico.  El violonchelo lo empecé a tocar de grande. Mi primer instrumento fue la guitarra. A causa de una tendinitis provocada por un trabajo, tuve que dejar la guitarra y ahí me crucé por primera vez con un Chelo, a los 20 años.
M—La formación académica es dura y disciplinada pero muy efectiva a la hora de aprender a dominar el violonchelo. Seis años pasé en Europa para aprender de las fuentes. Mi profesora de violonchelo me pedía que la trate de usted, no sé si me explico.

— ¿Quiénes son sus “ídolos”, influencias o referentes tanto dentro del folclore como del violonchelo?
M—Me gusta mucho «la Negra», Liliana Herrero, Los Chalchaleros, Dúo Coplanacu y en el violonchelo Pau Casals, Truls Mørk, Pieter Wispelbey.
R—Me gusta mucho José Luis Aguirre, Ramiro González, La Cruza VL, Pachi Herrera, Sombraitoro. Además soy fan del santiagueño Tchaikovsky, Dvorak y Ryuichi Sakamoto.

— ¿Cómo surgió el grupo? ¿por qué eligieron el folclore?
R—En 2015 fuimos compañeros de la Orquesta Filarmónica de Río Negro, de ahí nos conocemos. Luego de una actuación de la orquesta por la meseta de Río Negro, armamos una «guitarreada» con todos los compañeros. Una guitarreada con instrumentos de orquesta. En ese momento nos encontramos tocando folclore con los chelos y vimos que había una conexión musical muy fuerte. En las siguientes giras de la orquesta, hacíamos las aperturas de los conciertos con una zamba a dos chelos. Fue entonces cuando nos dimos cuenta del gusto de la gente al escuchar algo así. Consecuentemente, a comienzos del 2016 inauguramos el dúo, primero con una serie de conciertos en Córdoba y luego en el Festival de la Chaya 2016, en el que salimos ganadores del certamen Pre-Chaya.

— Al ser una formación tan atípica dentro del folclore tienen que crear su propia técnica: sobre todo para emular los rasguidos, chasquidos de guitara y los ritmos propios del estilo ¿es cierto? ¿Cómo fue o es este proceso?
Utilizamos una técnica del folk estadounidense que se llama chop. Con ella emulamos el chasquido de los diferentes rasguidos del folclore. Fue así como hemos creado los diferentes rasguidos con el arco. Esa es nuestra particularidad como dúo.

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— Y con el tema del canto, ¿Cómo se arreglan? ya que tampoco es muy común que un chelista también cante.
— Es muy desafiante cantar acompañado por el chelo. Ya que la afinación o desafinación es móvil en las dos partes. De este modo el chelo y la voz tienen que conciliar una afinación común a diferencia de acompañarse con una guitarra o un piano que sirven como referencia firme para cantar.  Al mismo tiempo el chelo es el instrumento que más se parece a la voz humana, riqueza tremenda que estamos descubriendo de a poco.

— Describan un poco su primer disco “Instinto” ¿Qué podemos encontrar en él?
R—Instinto es el reflejo de la búsqueda que tenemos con el folclore. Para nosotros no es algo estático del pasado y la tradición, sino que es un paradigma en constante transformación. En él se entremezclan lo social, lo cultural, nuestra función como músicos generadores de cultura de nuestra región. Identidad auténtica y no extranjerizada.  Bajo este concepto es que en Instinto conviven los autores tradicionales, como los Hermanos Ábalos o el Cuchi Leguizamón, con los nuevos referentes de la canción de Raíz Argentina como José Luis Aguirre y Ramiro González. Es un disco austero. Solo fue grabado con nuestras dos voces y los dos chelos. Sin invitados. La idea era ver hasta donde se podía llegar con este formato en un disco y tratar de sacarle una fotografía lo más fiel posible a lo que son nuestros conciertos en vivo.

— ¿Cómo fueron recibidos por los demás músicos dentro del ambiente del folclore?
— Nos reciben con mucha apertura y «buena onda». Nos metimos es un «huequito» que estaba vacío. tal vez por eso nos sentimos tan bienvenidos.

— En sus presentaciones en vivo también está muy presente el humor ¿no es así?
— Nos gusta «desacartonar» todo el mundo del violonchelo a través del humor y nos divierte que la gente se ría de nosotros.

— ¿Cómo son sus ensayos? ¿y su proceso de composición/arreglos?
— Tenemos distintos métodos de ensayo. En algunos temas escribimos las partituras y luego los vamos trabajando, otros los vamos armando juntos, y otros… los armamos ¡por teléfono! Vivimos a más de mil kilómetros de distancia, por lo que no tenemos una rutina de ensayos fija, si no que vamos programando los ensayos tema por tema. A veces viajando a alguna provincia a dar un concierto. Otras veces destinamos un día de una gira para ensayo. Y en ocasiones… ni ensayamos. Un rosario y un Padrenuestro cada uno y que sea lo que Dios quiera. A veces tenemos lío porque somos ateos gracias a Dios.

— ¿Dictan clases?
— 
Sí, nos gusta mucho compartir esta nueva experiencia que estamos descubriendo con el violonchelo.

— ¿Tienen pensado o fueron invitados a tocar como músicos invitados por algún otro artista?
— Sí, hemos tocado con Jaime Torres, Ramiro González, Pachi Herrera. Nos gustaría mucho que esto continúe.

— ¿Alguna anécdota para compartir con los lectores?
— Cuando concursamos en la Sede Pre Cosquín de la Matanza en diciembre de 2016, nos faltaba un tema para cubrir los seis temas de repertorio instrumental que el reglamento exigía. En ese entonces veníamos desbordados de trabajo y viajes y no teníamos espacio para ensayar la obra que faltaba. Resulta que armamos el tema por teléfono y la primera vez que lo tocamos juntos en persona fue desempatando en la final del Pre en dicha sede. Con ese tema ganamos y pasamos a la final en el mismísimo Cosquín. La obra en cuestión fue un arreglo del Cosechero de Ramón Ayala, con el cual luego salimos Revelación Cosquín 2017.

— ¿Cuáles son sus planes para el futuro cercano?
— 
Estamos preparando un nuevo espectáculo titulado “Violonchelos Criollos”

— ¿Cómo pueden hacer los lectores para escucharlos y saber más de ustedes?
— Nos pueden seguir a través de las redes sociales, Spotify, Youtube…

Y vos ¿Qué opinas de este singular grupo?

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2 comentarios en «CheChelos»

  1. excelentes músicos, cuesta acostubrar el oido dentro del folclore, a un instrumento de orquesta. Estos chicos lo están intentando y lo llevan por buen camino. Con una excelente repertorio. Y una influencia y gusto de grandes artistas.
    Felicitaciones por la nota. Es bueno conocer de los artistas nuevos…

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