Pasco 637: heavy metal desde el Oeste del Gran Buenos Aires

Se empezó a formar en el año 1998 adoptando el nombre de Belzebuth, tocando en vivo por ultima vez en el año 2004 en el Morón Rock. Diez años después la formación vuelve al ruedo con un nuevo nombre, homenajeando a la casa de la Abuela Tata, adoptando la dirección de la mítica casa que albergó generaciones de músicos. Demián Rugna, uno de sus guitarristas fundadores —además de exitoso cineasta— nos revela todos sus secretos en esta imperdible entrevista.

— Hola ¿Cómo andan? ¿En qué proyectos están trabajando actualmente?
— ¡Muy bien! acabamos de terminar el disco y está fresco en Spotify y Youtube, se llama «Eterno en el tiempo«; Así que el proyecto para este año es tocarlo en vivo en todos los lugares que podamos. El disco reúne parte de nuestro repertorio desde hace 20 años y algunos temas nuevos. Apostamos a que sea un nuevo punto de partida para una nueva etapa de la banda.

— Cuéntennos un poco sobre ustedes ¿Quiénes lo integran? ¿en qué año se forman como grupo?
— Jerónimo Deirós en voz, Demián Rugna y Juan Manuel Delgado en guitarras, Walter Sosa en batería y Ariel Simonetti en bajo.
El grupo se forma en 1998, Juan y yo –Demián– con un cantante, Jerónimo ahí nos hacia la segunda tocando el bajo en ese momento. Teníamos otro nombre que finalmente derivó en «Belzebuth«, ese fue el germen de las canciones que hoy tocamos y nuestra escuela musical, nuestra identificación mutua con el estilo.

— ¿Qué diferencias encuentran entre ese primer “Belzebuth” (1998-2004) y la actual formación?
— Somos casi los mismos pero la diferencia es muchísima, los temas se han reversionado mucho y ahora sonamos bien, más parejo y más prolijos. Las guitarras armonizan de otra manera, antes era empuje y fuerza, ahora más maduros intentamos estilizar un poco y «parar la pelota». Bajamos un poco la afinación y la voz encaja súper bien. Creo que logramos tener una banda compacta y sólida.

— ¿Por qué el nombre “Pasco 637”? ¿Tiene algún significado especial?
— Era la casa de mi abuela Nely «tata» Bruno, en Ramos (Mejía, Provincia de Buenos Aires), ahí se gestó el inicio del rock del oeste. Mi viejo tocaba la batería con solo 8 años, ensayaba en la casa junto con Willy Gardi (El Reloj) y luego armó una banda llamada Semilla de este tiempo con Ricardo Jelicie (Sacramento) y Jorge Capello (conocido guitarrista del Oeste). Fue una casa histórica para esa juventud en los años 60´s, por ahí desfilaron cracks de la música cuando que no eran conocidos, como Pappo o León Gieco, Incluso hay un tema de La Maquina (banda emblemática, con Enrique Avellaneda y Rulo Fernández, ambos integrantes de Vox Dei), «Blues de Ramos Mejía» que habla de mis abuelos bancándose el ruido. Y bueno varias décadas después la historia se repitió, fomentados por mi abuela, armamos la sala de ensayo ahí y todo fue sinónimo de rock, juntadas junto con ella como un amigo más durante muchísimos años. Mi abuela le puso el espíritu a la casa, siempre juntándose con jóvenes hasta sus 95 años. Estuvimos diez años sin tocar desde el 2004, pero de todas maneras nos seguíamos juntando con ella en su casa, era un aguantadero por momentos. Cuando volvimos rebautizamos la banda, el nombre es un homenaje a ella y su casa. Porque durante mucho tiempo nos llamábamos Belzebuth, y la verdad nunca nos pudimos identificar con el nombre, creo que entendimos que debíamos poner un nombre que realmente nos represente a todos o al grupo de amigos.

— ¿Cómo definirían su estilo? ¿Heavy Metal? ¿Por qué lo eligieron?
— Creo que no lo elegís, cuando empezás a tocar la viola hay cosas que te llaman más la atención y te gustan más tocar, el heavy es una de ellas. Y como fue una banda armada por guitarristas que encima en plena época del boom del metal, con bandas como Metallica, Megadeth, Almafuerte, Pantera… nos juntamos porque queríamos tocar temas de Hermética que también sonaban como símbolos anti-neoliberalistas de la época. A veces uno canta lo que necesita sacar de su catarsis, y el metal era un buen factor. En lo personal en mi casa se escuchaba mucho rock nacional y Silvio Rodríguez, entonces nunca pude concebir una canción sin un mensaje o sin una letra que no pinte de alguna manera nuestra realidad. En el heavy de Hermética o V8 encontré una forma más enérgica de transmitir mensajes o denuncias. También lo que lograba el Heavy era un cierto gueto anti-concheto y anti-cumbia y ese era un grito muy fuerte que dábamos en esa época, sobre todo el grupo de amigos que formamos Pasco, que íbamos al (colegio) Esteban Echeverría, un secundario estatal de hijos de laburantes que venían de toda La Matanza (Provincia de Buenos Aires) a estudiar ahí, entonces el mix de personas y personalidades era muy variado. Nosotros con el metal teníamos bandera, expresábamos que «¡ey!, acá el ‘careta’ no tiene cabida y mucho menos la cumbia» éramos adolescentes que no nos gustaba ir a bailar ni esa movida, entonces todo nos hizo radicalizarnos y el metal era la mejor herramienta de identificación.

— ¿Algún integrante toca (o tocó) en algún otro grupo?
— Ensayé muchos años con otra banda antes de formar Pasco 637. Por otro lado, nuestro cantante (Jerónimo), la batería (Walter) y el bajo (Ariel) eran un power trio de El Palomar llamado Del Antro.

— ¿Quiénes son sus “ídolos” o referentes dentro de la música?
— Voy a hablarte en general. Creo que Megadeth es un estilo que nos influye mucho, la primera etapa de Almafuerte, Iron Maiden, Logos, Simphony X. En lo personal –y saliéndome del estilo– soy muy fanático de Stevie Rai Vaughan. De todas maneras la banda no es cerrada, somos músicos que escuchamos de todo: (Luis Alberto) Spinetta, Red Hot (Chili Peppers), tango… etc. Entiendo que la buena música se impone por sobre el estilo, siempre.

— ¿Hacen solo covers o tienen temas propios? ¿qué temáticas les gusta abordar en sus letras?
— Hacemos varios covers de Megadeth, Motorhead, V8, El Reloj, Logos y Pappo. Nuestras letras, en su mayoría, ilustran el contexto social en el que vivimos con la particularidad, al menos en este disco que estamos editando, que reúne canciones actuales con otras escritas hace 20 años atrás y que son súper actuales, porque hablaban de lo mismo que hoy le sucede al país, en la actual coyuntura.

— ¿Cómo es su método compositivo? ¿primero la letra o la música? ¿o ambas al mismo tiempo?
— Por lo general es casi al mismo tiempo, por el momento siempre componemos cada uno en su casa y luego traemos la idea o bien el tema completo para tirarlo en la sala (de ensayo). Últimamente armamos la maqueta en la compu, con batería y lo podemos mostrar mucho más cerrado el tema.

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— Demián Rugna; sabemos que además sos un exitoso cineasta y hasta componés la música de tus films… ¿Qué diferencias ves entre ese proyecto y tocar la guitarra en Pasco 637?
— Muchísima diferencia. Primero: en cine no necesito armar un tema completo o que tenga una estructura de canción, simplemente cuando compones para una película ves la escena e intentas interpretar que necesita, y tal vez lo que necesita sea una cuerda sonando de un violín, o una percusión, lo incidental digamos que es una interpretación de lo que uno ve en la escena y luego tenés canciones que no necesitan letra y tampoco un estribillo. Uno busca el leivmotiv, un concepto, el sonido concreto de como querés que esa música suene orgánicamente dentro del diseño sonoro que lleva la película. En una película la ausencia de la música o el silencio también es en cierta forma una manera de componer, de proponer narrativamente. Eso sería intolerable en una banda. Y también tenés más herramientas, más voces, más recursos, la riqueza de explorar otros instrumentos es buenísima. En cambio con Pasco… la búsqueda es otra, intentamos que los temas estén buenos, tengan algo de complejidad, pero la justa y necesaria, que suenen bien, acordes a la voz, acorde al perfil de la banda. Tocar con Pasco… es también una reunión con amigos. Es muuuy diferente.

— ¿Algún disco próximo a editarse?
— Estamos trabajando justamente en eso, el disco está circulando digitalmente, pero estamos armando todo para sacar una tirada del disco físico.

— Proyectándonos en el tiempo ¿Qué tienen pensado hacer? ¿Cuáles son tus planes para el futuro?
— Nuestro objetivo principal es obtener más público, llegar a más gente y que eso nos permita estar mejor parados para conseguir más y mejores lugares para tocar. Ese es un objetivo claro que tenemos en la banda.

— ¿Hay alguna anécdota que recuerden y quieran compartir con los lectores?
— La primera vez que tocamos nos bautizamos «Funeral«, fue en el Mocambo de Haedo, fue luego de algunos ensayos y por supuesto solo vinieron algunos amigos que logramos venderle la entrada. Pero cuando estábamos esperando para tocar vemos que caen dos (autos Ford) Falcons llenos de gente y vemos que tenían remeras de Funeral. Claro eran épocas que el Internet no era como ahora, y si existía una banda llamada igual uno no se enteraba. Parece que había salido en la agenda del diario que tocaba Funeral y era una banda Chilena de culto, así que la gente se había movilizado desde el conurbano para ir a verlos y éramos nosotros, unos nabos con un puñado de covers de Almafuerte. ¡Nos querían matar!

— ¿Cómo puede hacer la gente para escucharlos y saber más de ustedes?
— Estamos por todos lados en Internet: Facebook, Youtube, Spotify, solo poner Pasco 637 en cualquier buscador. Ya estrenamos tres vídeos y le estamos dando manija. Está bueno que se nos hagan amigos en Face o Youtube, es la única manera de difundir nuestro material.

— Por último ¿Qué les gustaría decir a los lectores de nuestra revista?
— ¡Que nos escuchen! Se van a encontrar con una banda metalera al estilo Megadeth, también van a ver a un grupo de amigos que hoy rondamos los 40, y luego de 20 años logramos mantener una banda (con todo lo difícil que eso significa) y hacemos lo posible para consolidar público. Así que y si les gusta que por favor nos compartan, este año intentaremos tocar lo máximo posible y subir material a nuestras redes constantemente.