Con aquel viejo espíritu de paz, amor y rock and roll

Foto: Julio Kaplan Photos.

León Gieco, Raúl Porchetto, Nito Mestre, María Rosa Yorio y muchos músicos más, se presentaron el pasado 25 de agosto en el Festival Mariposas de Madera en el Teatro Gran Rivadavia y con entradas agotadas. Una larga jornada que terminó como una gran celebración, con casi 6 horas de duración y por momentos algo desprolija, pero con un enorme gracias a la historia del Rock Argentino y al creador de este evento: Miguel Grinberg.

Artículo original publicado en el blog Tu corazón de marquesina

¨Gracias Totales¨ dijo Gustavo Cerati alguna vez, cuando se separaba Soda Stereo. Ahora nosotros también les decimos a los músicos, las mismas palabras por la celebración de anoche en el Gran Rivadavia: ¡Gracias Totales!

Una idea del gran periodista, poeta, escritor y ecologista: Miguel Grinberg, quien además fue el primero en investigar el incipiente nacimiento del Rock en castellano, terminó en un premio simbólico: las ahora famosas Mariposas de Madera que son obras hechas por la artista Marité García, y que fueron entregadas a los más importantes músicos de la escena local.

Pero también hubo canciones y un recital, que fue mezclándose con la entrega de los diplomas y los premios, siendo Edelmiro Molinari sólo con su guitarra quién abrió el juego –tras la apertura de Marcela Romero con la propia Mariposas de Madera en despojada versión– haciendo entonces una gran versión del clásico de Almendra: Mestizo. Luego Miguel Zabaleta –aquel joven adolescente que se inició en Bubu– tributó a Luis Alberto Spinetta cantando: El anillo del capitán Beto acompañado de la banda «de apoyo» del festival, los músicos Germán Suane en guitarra eléctrica, Abel Pérez en guitarra acústica, Ignacio Mayans en el bajo, más el aporte de Nicolás Cuenca desde atrás en la batería y –el enorme– Guido Spina como director musical y en teclados, todos y cada uno en excelentes performance. La noche irá acumulando algunas fallas técnicas debido al constante cambios de equipos y sonido, también a los diferentes cambios con los músicos en escena. Sin embargo la iluminación fue excelente y el sonido óptimo, aspectos a resaltar. Algunos desajustes empezaron –sobre todo con el bendito telón que subió y bajó un montón de veces– al empezar a salirse de la rutina establecida en el programa original.

La noche se hizo power rock de la mano de «Bocón» Frascino quien al mando de su guitarra y su grupo Engranaje regalaron dos canciones: El monstruo de la laguna/Algo flota y Me gusta ese tajo, ambas del grupo Pescado Rabioso, ¡muy bueno!

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– Yo te voy a regalar, a ver si te guardas algo y no lo largas a volar –

La base rítmica del último período de Sui Generis, subió a las tablas. Juan Rodríguez –el histórico baterista– y Rinaldo Rafanelli con su bajo, para dar forma a un trío junto al genial Gady Pampillón en la guitarra llamado Adoquín y vaya que sonaron pesados. Arrancaron con la voz de Rino para versionar a Pappo con: El viejo y por unos minutos –lástima David Lebón, que se bajó de este festival– volvió el espíritu de Polifemo, para una furiosa versión de: Oye Dios que levantó a todos de sus asientos, con Gady haciendo estallar la viola y cantando con una gran actitud rockera. Buenísimo cuando el maestro de ceremonias de la noche –impecable Gustavo Lutteral, en su doble rol de locutar y fan– pidió otra más y los muchachos, se sacudieron con un pesado Gonna down, ¡genial!

El legendario Kubero Díaz se presento también en formato trío para homenajear su paso por Los abuelos de la nada, con esa perla que es: Espía de Dios y también sacarle lustre a una gema de La Pesada… –aquel grupo enorme de músicos que fueron liderados por Billy Bond– para hacer una muy buena versión de La pálida ciudad, ¡excelente!
Un festival así creado y pensado sin la ayuda de ningún gran sponsor, merece todas las felicitaciones a Miguel Grinberg y Jorge Rodríguez.

– Mariposas de alas de agua, no te quieras escapar –

El primer y enorme gusto –personal– para este cronista fue el arribo al escenario del grupo Alma y Vida con la voz intacta de Carlos Mellino y su piano, Juan Barrueco en guitarra, el bajo del sobrio Carlos Villalba, los aportes en saxo de Bernardo Baraj, Mario Salvador en trompeta y el invitado especial Gustavo Moretto –recién llegado de EEUU– para hacer tres enormes hits: Del gemido de un gorrión –tan actual, como desgarradora su letra–, la histórica –por y dedicada a Ernesto «Che» GuevaraHoy te queremos cantar y un bis: Don Quijote con el cual fueron despedidos con una ovación.

A través de un video Miguel Cantilo se hizo presente, para que con Jorge Durietz en el escenario canten juntos la bella: Que sea el sol, también unieron sus voces Aníbal Forcada y Claudia Puyó para cantar: El blues de los plomos. La cantante luego homenajeó a Miguel Abuelo con su guitarra acústica y una sentida: Himno de mi corazón. El grupo Pastoral también fue recordado, Aníbal se unió a Miguel Ángel Eurrasquín – también desde un video, desde el sur, donde reside– para emocionar con En el hospicio, ¡bravo!

El turno de una dama del Rock: la señora María Rosa Yorio. Ella tan bella y su hermosa voz, para hacer Figuración de Spinetta y después cantar su gran éxito en PorSuiGieco: Quiero ver, quiero ser, quiero entrar ¡con el maravilloso acompañamiento de la banda Dostrestres! Y a pedido del público, nos regalo una delicada versión de un tema de aquel gran grupo de Nito Mestre y Los Desconocidos de SiempreIba acabándose el vino ¡en otro mágico momento!

Otro de los grandes grupos reunidos para este festival sin dudas es: Aquelarre. Con un invitado de lujo: Lito Vitale en piano y teclados –reemplazando al querido Hugo González Neira–, Emilio del Guercio en el bajo, el gran Héctor Starc en guitarra y la maestría del –zurdo– Rodolfo García empujando desde la batería, la banda sonó agresiva y a la vez delicada. Aventura en el árbol abrió el corto set, que siguió con Canto, para luego llegar al clímax en: Violencia en el parque –ese histórico riff de guitarra– y una perla más: Brumas en la bruma ¡en un set histórico! Además como bien recordó Edelmiro Molinari –al principio–, es justo recordar a dos hombres que mucho tuvieron que ver con los orígenes de esta música: Jorge Pistochi y Jorge Álvarez, tanto en la creación de la Revista Expreso Imaginario, como en el sello Mandioca.

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– Oye amigo, toma la red. Vamos al rió ven a pescar –

Ante la ausencia de Willy Quiroga por enfermedad, sólo quedó Ricardo Soulé como miembro original de Vox Dei y a pesar de una afonía el guitarrista cantó: Ritmo y Blues con armónica –que luego volvió a repetir a pedido de Lutteral– y el hit: Presente, coreado por todos.
El homenaje a Tanguito estuvo a cargo de Marcela Romero, que con un trío de músicas mujeres en las cuerdas, hicieron Amor de primavera y un video que recordó a muchos de los músicos ausentes ya fallecidos.

Ronny Bar se presentó con su grupo Pelvis y le dió rock and roll a la noche: Malos vecinos y el clásico Toda la noche hasta que salga el sol de su antigua banda Orions, hicieron mover las piernas a todos. También se sumó Adrian Bar junto a Raúl Porchetto para tocar: En un cuarto vacío.

Desde un video cedido por el productor Fabio Scaturchio, el teatro se inundó de música con: Mañana campestre de Arco Iris.

El padre del Rock Argentino es Litto Nebbia y sólo con un piano regaló cuatro himnos: Ayer nomás –compuesto por Moris y Pipo Lernoud– la canción que siempre emociona: Sólo se trata de vivir, continuó con: Quien quiera oir que oiga y como bis regaló: El rey lloró, ¡gracias por tanto, maestro!

Y seguimos con Los Gatos, porque también se presentó Ciro Fogliatta, para hacer Blues de Pajarito Zaguri –junto a María Luz Carballo y el Chango Pueblas, guitarrista original pero de Los Gatos Salvajes– ¡muy bueno!

Un homenaje especial sin dudas se le hizo a La máquina de hacer pájaros con la presencia de Gustavo Bazterrica y José Luis Fernández –ambos miembros originales, de aquel grupo de Charly García– más el aporte de Lito Vitale en sintetizadores, junto a Juanito Moro –en reemplazo de su padre Oscar– más Gisela Varacca en instrumentos varios, con el histórico Gustavo Bazterrica en guitarra y la voz de Ana Quatraro para hacer una caliente, sucia y desprolija: Boletos, pases y abonos ¡deslumbrante!
¨Hoy es la primera vez que voy a tocar con Litto, aunque hace años hemos estado juntos en su casa, cuando grabamos los demos para el disco de Luis en Estados Unidos¨ ¡recordó el vasco Bazterrica emocionado!

Quizás el invitado más descolorido haya sido Alejandro Medina en su presentación, pero feliz de volver a un escenario, tras una larga recuperación debido a un reciente trasplante. Hizo tres canciones Paraíso perdido, Se vienen los gringos y Se vienen conmigo.

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– Oye amiga dame la mano, que ya es hora de caminar –

Nito Mestre se presentó con Ernesto Salgueiro en guitarra y Fernando Pugliese en piano, para hacer un delicioso medley Dime quién me lo robó/Alto en la torre/Nena y luego Cuando ya me empiece a quedar solo ¡Ovación!

Nito –con una flauta– ahora acompaña a León Gieco y su guitarra para cantar: La colina de la vida. El santafesino quedó solo después de este bello momento y canta: La memoria dedicada a las Abuelas de Plaza de Mayo, se suma Porchetto para cantar juntos: Bajaste del norte y Algo de Paz. Raúl deja el piano a su hijo Dani y toca una guitarra acústica – notable– para una bellísima versión de: Sentado en el umbral de Dios.

– Mariposas de Madera, El Final –

Yorio, Gieco, Porchetto, Mestre, Juanito Moro, Guido Spina, Alfredo Toth y José Luis Fernández rockean con: El fantasma de Canterivlle y la banda Dostrestres, se suma para hacer una furibunda y terrible versión de: La mamá de Jimmy, ¡caliente!

Y el broche de oro, llega con la mayor parte de los músicos invitados y una sentida, despojada, asombrosa versión con el piano de Guido y la armónica de León de: Mariposas de Madera aquel espíritu de amor, solidaridad y sueños, seguro se vio reflejado en esta larga noche para celebrar y recordar.

Nota de la Redacción: Además hubo varios diplomas para familiares de Luis Alberto Spinetta, Pappo, Tanguito, Rubén Basoalto, entre otros. Mención especial para algunos trabajadores del Rock como Juan José Quaranta, Carlos Quebracho, Eduardo Rodríguez, y periodistas como Claudio Kleiman y Alfredo Rosso , entre otros.

Y vos ¿estuviste ahí? ¿qué te pareció?

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Un comentario en «Con aquel viejo espíritu de paz, amor y rock and roll»

  1. Hola… con mucha alegría puedo decir: SI… he estado ahí. Fue una fiesta, realmente.
    La disfrutamos TODOS. Sonaron vieeejos temas que hacia tiempo no escuchaba , esos clasicos, viejos… Increible todo lo que paso… Ya esta super descripto en el relato.
    A Lutteral lo vi DISFRUTAR de la noche, se canto todo… Lindo ver a las bandas legendarias JUNTAS y lindo descubrir la nueva camada de musicos….
    En lo personal, el recuerdo a mi querido Alejandro Osvaldo De Michele, y que Miguel Angel Erausquin haya aparecido en pantalla fue una gran motivacion para MAE, una GRAN alegria y sorpresa para tantos seguidores de Pastoral, que tantas veces me preguntan… en que anda Miguel?
    Una noche, para el RECUERDO…

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